miércoles, 31 de octubre de 2012

Impresiones del Festival de Ballet de La Habana.



(Enviado desde La Habana por e-mail. Gracias a Jorge Ibarra)



Bueno, amigo, hace unos días Alicia decidió que quería bailar, como un regalo a su público, y dijo que quería hacerlo con aquellas figuras del ballet cubano ya retiradas que ahora están aquí para participar en el Festival de Ballet. Así que le pidió a Marta García, Orlando Salgado, a María Elena Llorente (la única que se ha quedado en Cuba, convenientemente), a Osmay Molina, Lázaro Carreño y a Jorge Vega que la acompañaran en su deseo. No se anunció nada, no se incluyó en el programa de la gala, ya impreso.
Entre tanto, te cuento que la función del Ballet de Preljocal de Francia en el Teatro Nacional (a las 7:00 pm) fue más decepcionante que cualquier otra cosa. Desde mi punto de vista, no es una buena compañía, sus bailarines son malitos, bailan disparejos, sin gran técnica y cuerpos muy dispares. Había una muchacha muy alta, otra demasiado bajita, una bastante gorda, otra flaca como la Twiggy, y el cuerpo de baile masculino es por el estilo. Sin embargo, algunas coreografías fueron buenas en cuanto a lo conceptual y simbólico, con muchas imágenes plásticas. A veces, parecían fotos de esculturas, una detrás de otra. La impresión que me dio es que es una compañía mala que trabaja con buenos coreógrafos.
Del Teatro Nacional me fui al Lorca para ver “La comedia e danzata”, de la Alonso, con los clásicos personajes de la comedia italiana, un ballet sencillo pero tierno al mismo tiempo. Me pareció bien bailado por un elenco de bailarines jóvenes. Luego vino la “Suite Lecuona”, una pieza de Gloria Contreras bailada por Valeria Álvarez, una bailarina del Taller Coreográfico de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), que me resultó simple, sin ninguna complejidad, y breve. La bailarina era muy bonita de cara, pero nada más puedo decirte.
El estreno en Cuba de “Interludio en el limbo” demuestra que el BNC necesita incorporar más obras contemporáneas. En primer lugar, porque los bailarines nunca bailan contemporáneos, casi todo es ballet clásico, por voluntad de Alicia, y por tanto no consiguen desenvolverse bien en ese estilo, a pesar de los muchos deseos que tienen casi todos de bailar ballets modernos. Aunque no les quedó mal del todo, se nota que pueden hacerlo mejor.
En el intermedio se anunció por bocinas que al final de la gala se pondría “Retrato para el recuerdo”, momento en el que aparecerían en escena antiguos primeros bailarines del BNC, muy queridos en Cuba, algunos como Lázaro Carreño, Jorge Vega, Marta García, Orlando Salgado, etc. Claro, no se mencionó el nombre de Alicia.
También bailaron “Tarde en la siesta”, pero lo encontré totalmente fuera de estilo, como si no lo hubieran ensayado bien y faltaba el trabajo de introspección. Anette no estuvo bien técnicamente. Luego muchos coincidimos a la salida en que Viengsay, aunque Soledad no es su papel, fue la única que se destacó en escena. El pas de deux de Espartaco por una pareja de la Opera de Bucarest fue intrascendente, su música siempre refrescante, pero los bailarines no tenían nada que ver con Espartaco y Frigia.
La pieza “Impromptu Lecuona”, de Alicia, quedó lo mejor que podía quedar, pero no es nada del otro mundo. La solista Verónica Corveas está como para retirarla, pues no hay ronda de fouettés que termine correctamente, no tiene precisión en sus pasos, vaya, que ahí no hay na’, para decirlo en buen cubano.
El gran final llegó y todo el mundo hizo silencio, las luces del teatro se mantenían apagadas, la introducción del piano tardó bastante pero, por respeto, todo el mundo tuvo paciencia. Corrieron las cortinas y Orlando Salgado, con elegancia, sacó a bailar a Marta García. Era un vals, pero ella sólo con hacer tombé pas de bourée ya llenaba toda la escena, aún tiene una facilidad de desplazamiento impresionante. Lázaro Carreño salió al escenario con cierta soltura y hubo un momento en que hizo algunos buenos pirouettes. Lázaro sacó a bailar a María Elena Llorente. En un momento de su baile, ella saltó y él la cargó bien alto y sostuvo en el aire como el center fill que acaba de atrapar un batazo peligroso y deja el brazo arriba para que todos lo vean después de coger la bola.
Osmay Molina irrumpió en escena haciendo un salto ligero y bailó un pedacito de vals con Marta García. Luego Jorge Vega sacó por una de los costados a Alicia, como si llegasen en ese momento al salón donde ocurría toda aquella diversión. Vega trató de marcar los pasos de vals, pero Alicia apenas podía mover los pies, así que optó por desplazarla del único modo posible: abrazándola por detrás y dejándola caer hacia adelante como si fuera la Torre de Pisa. La sostuvo todo el tiempo y luego la regresó a la pose vertical, entonces ella se dejó caer hacia atrás y él la agarró en el aire, de manera elegante. Entre tanto, Alicia (bien agarrada por Vega) hacía poses y punteaba. Después, Lázaro se acercó e hizo como que intentaba cortejar a Alicia y, bueno, ella feliz entre sus dos pretendientes (Vieja putona, jajaja) y terminaron cuando Lázaro le da una boquilla para damas y la Alonso se la introduce en la boca. Ese instante fue más para fotos que para vídeo. Pero voy a tratar de conseguir ese vídeo, para que veas tamaño ridículo. Fue algo muy sencillo, como lo que hizo ella con Nureyev en su isla, cuando ya éste ni podía con su cuerpo, pero ya te imaginarás lo que fue el teatro. Desde que Alicia salió a escena el público se puso de pie para ovacionarla y nadie volvió a sentarse. Los “bravos” no paraban. Fue una pieza muy breve, sólo duró unos minutos, pero la ovación atronadora fue al final.
Por cierto, algo que me resulta preocupante por el futuro de nuestro festival de ballet es que apenas han venido grandes estrellas. Yo diría que nadie con un nombre de peso. Nadie. Eso me ha dejado muchas interrogantes en esta mente que Dios me dio.
Un abrazo.

Por Luis Ruiz.

martes, 30 de octubre de 2012

LA DESMATERIALIZACIÓN DE LA PINTURA, por Victor Varela.

VictorVarelaTeatro: LA DESMATERIALIZACIÓN DE LA PINTURA. Translated in...:   VÍCTOR VARELA es un artista   cubano que vive en la ciudad de  Nueva York. Además de al teatro se dedica  a la pintura bidimensio...


Por Luis Ruiz.

El abrazo, técnica mixta.


Por Luis Ruiz.

Testamento, de Virgilio Piñera.


"Testamento " de Virgilio Piñera

Como he sido iconoclasta
me niego a que me hagan estatua:
si en la vida he sido carne,
en la muerte no quiero ser mármol.
Como yo soy de un lugar
de demonios y de ángeles,
en ángel y demonio muerto
seguiré por esas calles…
En tal eternidad veré
nuevos demonios y ángeles,
con ellos conversaré
en un lenguaje cifrado.
Y todos entenderán
el yo no lloro, mi hermano….
Así fui, así viví,
así soñé. Pasé el trance.


Por Luis Ruiz.